¡Buenas a tod@s!
Trataré de colgar los trabajos antes de que se me cuelgue el ordenador...
CARTOGRAFÍA DE LA VACA
Hice un potente zoom en una de las manchas negras de la vaca y para mi sorpresa descubrí esto..
LA CIUDAD
Lámina 1:
Se distinguen 4 bandas horizontales:
- en las dos primeras hay planos muy reconocibles de ciudades.
- en la 3ª banda se distinguen figuras y siluetas de personas y animales.
- en la 4ª banda figuran algunos medios (mecánicos o animales) utilizados por el hombre para desplazarse.
Concibo estos tres grupos como tres tipos de "seres vivos" que nos encontramos en las ciudades. La interrelación entre ellos marca el pulso de la ciudad.
Lámina 2:
Aquí hay tres bandas verticales:
- la 1ª muestra trazados viarios, alguno también reconocible.
- la segunda "el planeta" con esos trazados superpuestos.
-la 3ª banda sería una representación del "planeta" atravesado por los edificios. Esos trazos negros en el interior del planeta se transforman en las calles (por decirlo de algún modo) y al salir a la superficie exterior dan lugar a los edificios.
Láminas 3 y 4:

Son las representaciones virtuales de esas calles, se trata de espacios sin gravedad o con multigravedades en todos sus planos, los individuos puede desplazarse a sus anchas, ir andando, en globos, en buses londinenses, en dirigibles, en submarinos amarillos...
EL EDIFICIO
Para nuestra propuesta de ciudad habíamos concebido unos edificios que emergían del suelo y que al penetrar en éste se transformaban en las calles y en los espacios de relación, de tal suerte que la superficie del "planeta" quedaba liberada. Estas calles atravesaban el "planeta" en todo su espesor. Un punto importante ( o conflictivo) de la propuesta era el tratatamiento que iba a recibir el lugar de encuentro entre el edificio, la superficie y la calle subterránea. Para resolverlo se buscó un efecto de desmaterialización en la misma base del edificio que nos lo presenta como si estuviera levitando, y al mismo tiempo el terreno se horadaba consiguiendo un gran espacio de transición. Es éste un espacio sin unos límites claros de manera que caminando por la superficie del "planeta" uno puede decidir si accede al edificio, si toma la calle o bien continúa deambulando por su superficie.
EL ARTEFACTO
Nuestra ciudad partía de dos premisas:
-concebíamos la ciudad como un organismo, como un ser vivo.
-le imprimíamos un toque tecnológico.
Por otra parte, pensamos en los parques y jardínes de ciudad; son organismos vivos y colocándolos en vertical tanto en los interiores de las calles como adheridos a las fachadas de los edificios les otorgábamos otra categoría. Pasaban a ser, además de organismos vivos, objetos manipulables en escala e implantación, son artefactos que se acomodan e intercalan a lo largo de
la ciudad.
Si habéis tomado la píldora azul podréis leer el texto, para los que no la habéis tomado, ahí va la traducción:
"Nací en Madrid, soy madrileÑo.
La mitad de mi vida ha trascurrido en Galicia, soy gallego.
MadrileÑo + Gallego = Madrileiro
Como buen madrileÑo mi medio natural es una jungla de asfalto, hormigón, acero y cristal.
Como buen gallego, mi medio natural es la naturaleza y el mar.
Como buen madrileÑo, aprovecho cualquier fin de semana, puente, acueducto o vacaciones para escapar de ese agujero...
Como buen gallego, aprovecho cualquier fin de semana para ir a conocer otros pueblos y otras fiestas sin salir de Galicia.
Como buen madrileÑo, si paso más de dos semanas sin ver asfalto, hormigón, acero y cristal, empiezo a sentirme nervioso...
Como buen gallego, tengo morriÑa al estar lejos de mi tierra...
Como buen Madrileiro quiero vivir en una jungla de asfalto, hormigón, acero, cristal, en plena naturaleza y sin perder el mar de vista.
En nuestra ciudad ideal, el asfalto, el hormigón, el acero, el cristal, la naturaleza y el mar se fusionan, aparecen estos elementos mezclados como si se tratara de un cóctel.
Es una ciudad, es una naturaleza, es un ser vivo tecnificado, es...
¿Oyes el mar, NEO?..."
ENSAYO SOBRE EL ESPACIO
… CUANDO EL HOMBRE SE DESPERTÓ, tomó conciencia de sí mismo y empezó a sentir curiosidad por el espacio que le rodeaba. Era consciente del peligro que corría su integridad y la del resto de congéneres de su grupo. Por aquel entonces vagaba por el mundo sin un rumbo determinado hasta que le surgió la necesidad. Tomó conciencia que no era necesario tanto desplazamiento para escapar de las bestias que le atemorizaban, ni para buscar su alimento; podía permanecer algún tiempo en ese lugar en el que se encontraba cómodo. La comodidad fue el principio de todo, y al poco de ser una necesidad, comenzó a ser un deseo. Pero no le bastaba con estar cómodo, su curiosidad y su habilidad le enseñaron que podía cambiar cosas de sitio, modificarlas a su antojo, dentro, claro está, de sus limitaciones técnicas. Comenzó así una nueva etapa para el Hombre, que como en casi todos los aspectos, siente la necesidad de controlar lo que hace; puesto que es ahí donde radica su seguridad. Estamos en los orígenes de la arquitectura: el menhir, la cueva, el árbol... Tema sobre el que tanto se ha escrito.
Y mientras, el tiempo pasaba, el Hombre empezó a escribir su Historia que es la historia de sus asentamientos y de sus espacios. En la necesidad está la génesis y ésta se acaba cubriendo con un deseo. Nos encontramos con la pareja inseparable necesidad-deseo. La necesidad surge a nivel individual o colectivo y es cubierta por un deseo individual o colectivo. En este punto nos encontramos con el orígen de la profesión del arquitecto, el cual va a ser el principal artífice de controlar, manipular, modificar y ordenar el lugar, el espacio que precisa el hombre. Aparece también el proyecto como documento en el que se validan las propuestas (deseos) encaminadas a resolver las necesidades espaciales y especiales. Los espacios se especializan según las necesidades y su diversidad responde a innumerables factores: el lugar, el clima, la sociedad que lo demanda, el sistema político-económico, el uso, la mentalidad religiosa... La lista sería interminable y además se va enriqueciendo conforme el hombre va evolucionando. Esos factores a su vez se pueden agrupar en diversas categorías: físicas o del medio, factores intangibles... Las categorías serían también innumerables.
Más allá de la calidad de los materiales y de su disposición en el espacio, éste cuenta con una característica peculiar; y es que el espacio al ser percibido por el hombre, tiene la capacidad de inducirle un estado de ánimo. Podríamos decir que existen espacios a imagen y semejanza psicológica del hombre. La psicología irrumpe entonces en el ámbito arquitectónico. La psicología y su hermana mayor, la psiquiatría, han experimentado un gran desarrollo en los últimos 150 años, sobre todo ésta última gracias a los avances médicos y el descubrimiento de nuevos fármacos. El comportamiento del ser humano es el objetivo primordial para estas dos ciencias. Es importante conocer el funcionamiento del cerebro, puesto que la arquitectura es puro acto de creación intelectual. Llegados a este punto, cabría pensar que puesto que se dan casos de anomalías, disfunciones cerebrales o cualquier otra patología mental, éstas podrían trasladarse al campo de la arquitectura. Es interesante estudiar el espacio como receptor e irradiador anímico, podríamos entonces establecer una nueva clasificación para los edificios según las sensaciones que transmitan sus espacios a las personas que interactuan con ellos. Se podría hablar de edificios optimistas con espacios optimistas, pesimistas, espacios neutros, espacios perturbados,...
En este contexto psicológico, en una ocasión se le preguntó a un arquitecto la opinión de su edificio recién inaugurado. El arquitecto visiblemente excitado por el magno acontecimiento respondió : “...optimista, desprende una energía tremenda...”
A la vista de los resultados no se le podía quitar la razón (si es que alguna vez se les puede quitar la razón a estos profesionales). La gente acudía en masas a admirar su obra y se contagiaba de ese optimismo. Era un fenómeno que no pasó desapercibido en el entorno más inmediato y como si de una reacción en cadena se tratase, ese optimismo alcanzó a toda la ciudad y a gran parte de la comarca. Desde entonces, la ciudad cambió su mentalidad gracias a este edificio, y esta nueva mentalidad atrajo nuevos y optimistas edificios y espacios para la ciudad. La psicología había irrumpido con fuerza en la arquitectura y a mi entender comenzaba una nueva era para el espacio. Es desde entonces que pasé a interesarme un poco más por la arquitectura y por su componente psicológica.
Este edificio no ofreció el primer espacio optimista de la historia, antes hubo otros muchos casos, se puede decir que los ha habido siempre, desde que el hombre es hombre siempre ha tratado de imprimir optimismo y esperanza a sus actos.
Con este espacio la arquitectura contaba con un nuevo aliado, la psicología había cambiado al arte.
Por otra parte, es sabido que el pensamiento racional humano, el pensamiento consciente es continuo y lineal; esto significa que una idea permanece fija en el intelecto mientras uno esté despierto, al quedarse dormidp esa idea permanece congelada, para volver a recobrar su vigencia al despertar. Por poner un ejemplo más gráfico, una persona que sufra depresión se acuesta por las noches deprimida y se despierta por la mañana con esos mismos pensamientos depresivos.
Esto mismo pasa con el espacio en arquitectura. Un espacio con capacidad de transmitir sensaciones positivas nos influye mientras estemos despiertos, cuando estamos dormidos, ese espacio desaparece, deja de existir para nosotros. Es entonces cuando surgen otros espacios, los espacios oníricos que son tan reales como los espacios construidos y también pueden llegar a constituir auténticas pesadillas. Pero también puede soñarse con espacios de gran belleza y es entonces CUANDO EL HOMBRE SE DESPERTÓ...
Y esto es todo, sal U2 y suerte a tod@s en los exámenes, me voy a descansar...Álvaro